Puede utilizarse un aerógrafo para pulveriza la tinta a través de plantillas. Con una cuidadosa preparación de color se logran gradaciones tonales. El aerógrafo no suele ser indispensable en el arte final; sin embargo, merece la pena tener uno y saóer cómo usarlo, porque de vez en cuando se nos pedirá un efecto imposible de lograr de otro modo.