Hay muchos métodos de impresión, y debemos considerar cuál es el más adecuado para el trabajo de diseño que hemos completado; a la inversa, cuando empecemos a crear una pieza de arte final, merece la pena pensar en el proceso de impresión que se ha de utilizar. Hay que considerar la calidad y el costo. Te recomendamos leer el artículo lo que un buen comunicador puede hacer.
Por ejemplo, la impresión en serigrafía (utilizando una plantilla hecha de seda o, más comúnmente en la actualidad, de una fibra artificial) puede ser útil si nuestro presupuesto para impresión es reducido y no nos preocupa demasiado la claridad de la imagen; ese proceso también nos permite crear algunos efectos especiales que son imposibles con otras técnicas. El fotograbado proporciona espléndidas reproducciones en color, pero es extraordinariamente caro, de modo que actualmente sólo se utiliza en tirajes muy largos. Hasta hace pocos años se utilizó la impresión de molde en la mayor parte de los trabajos de impresión, pero ahora es infrecuente; ese método es excelente para el texto, pero es caro e insatis-factorio para las ilustraciones.
