Está claro que, cuando el diseñador disfruta con su trabajo, el resultado acabado es visualmente agradable. Los buenos diseñadores disfrutan con su trabajo porque tienen amplios conocimientos de los procesos técnicos de que pueden disponer para la reproducción impresa de sus ideas. Esos conocimientos proporcionan una tremenda sensación de libertad cuando se diseña con estrechas limitaciones en el encargo y en el presupuesto. Hay un montón de cosas que pueden hacerse sin limitaciones, pero en caso de duda mejor preguntar. Es conveniente consultar a gente que tenga más experiencia que uno mismo: los diseñadores, los editores y los impresores están sorprendentemente bien dispuestos a dar consejos gratuitos.