Rueda de los colores.
Una de las tareas del pintor es perfeccionar constantemente su comprensión y su percepción de la luz y el color. Como ejercicio, puede hacerse una rueda con el espectro de los colores. Se traza un círculo y se divide en doce secciones iguales (en lugar de las seis que aparecen en el diagrama). Se pintan tres de ellas, una de rojo, otra de amarillo y la tercera de azul, dejando tres compartimientos libres entre una y otra. A continuación, en la sección opuesta a cada una, se extienden los colores secundarios, verde, violeta y naranja, respectivamente. Quedan entonces seis espacios libres, uno entre cada color utilizado. Ahora se mezcla cada par de colores adyacentes y se pinta el espacio libre entre ellos con la combinación resultante. ¿Qué nombre le daríamos a los colores que han surgido? Es posible continuar de forma sistemática, mezclando todos los colores y subcolores con los otros, en parejas, en otras hojas de papel, hasta formar la inmensa derivación de tonos posible.
Árbol de colores:
Cada color puede dividirse en diferentes matices. El matiz de un color depende de la cantidad de blanco o negro que contenga. En el árbol de colores pueden apreciarse las principales variaciones de los mismos.
Color y luz:
Cuando todos los colores del espectro rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta se combinan, el resultado es la luz blanca. Del mismo modo, estos colores se descomponen cuando la luz blanca pasa a través de un prisma de cristal. Cada color representa diferentes longitudes de onda de la luz.