A efectos prácticos, cuando se cree arte final para paginas que vayan a producirse regularmente, hay que trazar la retícula como una pieza de arte final por derecho propio. Hagamos tantas copias como sea necesario de la retícula impresa, para pegar en ellas el material tipográfico y las ilustraciones. Las retículas deben imprimirse en azul claro: los impresores, cuando fotografiar l el producto acabado, pueden ajustar sus equipos de tal modo que las líneas en azul claro queden eliminadas.