JACQUES LUCIEN NATHAN-GARAMOND.
Nathan-Garamond nació en París en 1910 y estudió en la École Nationale Supérieu-re des Arts Décoratives de dicha ciudad. Art director de «L’Architecture d’Aujourd’hui» de 1931 a 1933, abrió a continuación su estudio y creó marcas, embalajes, portadas, ilustraciones y pósters para diversas empresas y organizaciones, como la Unesco, la Larousse, la Ciba-Geigy o Air France, para la que realizó algunos carteles entre 1958 y 1965.
Pero son sobre todo sus pósters los que revelan su personalidad. Convencido de la necesidad de tener que alcanzar los objetivos comerciales sin descuidar su aspecto artístico, Nathan-Garamond fue siempre fiel a estas «reglas» creando pósters comercial y artísticamente muy válidos.
En 1937 participó en la Feria Internacional de París y en 1957 en la Trienal de Milán. Estuvo presente también en la Feria Mundial de Bruselas en 1958 y en 1961 en la Muestra Internacional de Turin. Hasta 1968 dio clases de arte gráfico en la Scuola Nazionale Superiore di Arti Decorative y, a continuación, en la École Supérieure d’Art Graphique de Paris.
Expuso sus obras en Nueva York en 1949, y sus trabajos están presentes en el Musée d’Art Moderne de París, en el Muséum of Modem Art de Nueva York y en el Ste-delijk Muséum de Amsterdam. Desde 1965 a 1966 fue presidente de la SAD (Société des Artistes Décorateurs) de Paris. Figura entre los artistas fundadores de la Alliance Graphique, la agencia gráfica en la que colaboran diseñadores gráficos procedentes de todo el mundo, y ha participado en numerosas exposiciones de dicha agencia.
Así pues, ¿es importante que el profesor sea riguroso pese a que esta actitud pueda hacerle parecer poco amistoso? Desgraciadamente, los jóvenes se dan cuenta a posteriori, pero yo sé que aprendí mucho de los profesores «duros», pero capacitados, y poco de los que me parecían buenos por ser demasiado transigentes. El profesor que aprueba un trabajo aunque esté mal, no hace ningún favor.
En efecto. Debería animarte a que dieras más de ti, a trabajar e investigar más. Volviendo al aerógrafo, que es una de las técnicas más complejas, usted que es autodidacta, ¿me puede confirmar que una persona, si tiene la preparación suficiente, puede aprender también esta dificilísima técnica?
Sí, aunque conlleva muchos errores precisamente porque es una técnica muy complicada. Basta con un solo ejemplo: la simple realización de las máscaras requiere una precisión extremada, una mano segura y el perfecto dominio de los instrumentos, que además deben ser de alta calidad, si se quieren obtener resultados óptimos. Eso no impide que, con imaginación, se puedan usar de forma creativa también otros instrumentos y, junto al aerógrafo, otras técnicas. Yo, a veces, para obtener ciertos efectos de salpicadura, utilizo un cepillo de dientes, lo que no va en detrimento de la técnica.
¿Cuánto tiempo es necesario practicar para obtener buenos resultados con la técnica del aerógrafo?
Hace falta trabajar años. Para obtener resultados mediocres, para obtener con el instrumento un mínimo de manualidad (que significa saber cómo funciona y reconocer los posibles defectos) puede bastar con pocos meses, siempre que se posea ese bagaje de conocimientos del que hablábamos al principio. Pero no es un instrumento que te permita realizaciones fáciles, aun que puede ser utilizado para crear efectos sencillos.
Le sucede a menudo que calca, por ejemplo, de una fotografía? Calcar no es el término exacto, y tampoco es demasiado fácil. Hay muchas maneras: se puede calcar con el papel carbón, con lápiz, con pasteles, con tizas, con un proyector, y por tanto debes saber elegir el tipo de calco. Luego se debe tener en cuenta que la máquina fotográfica o los otros instrumentos deforman lo que captan y, por tanto, la reproducción de una foto o de una diapositiva se debe corregir y transformar para que desaparezcan las inexactitudes. Pongamos un ejemplo concreto: sucede con frecuencia que quien calca tiende a realizar en negro las zonas que se presentan negras en una foto, mientras que es necesario reinterpretar los detalles tras considerarlo todo. Por eso es muy importante saber dibujar, para poder transformar el calco de la manera adecuada.
¿ Usa la mina para calcar? No, utilizo un instrumento de grabador, una punta con una especie de esferita, más dura que una mina, que me permite captar todos los detalles, ya que el calcado debe ser preciso, muy detallado y requiere mucho tiempo. Es importante también saber valorar el aguante del soporte (si es papel o cartulina), tener en cuenta los colores que deberás utilizar y también el original, del que has partido, ya sea papel transparente u otro.
Cuando calca un retrato, ¿cómo plasma las zonas de luz y de sombra? Nunca las calco. Sólo tomo algunos detalles de los trazos principales. Las luces y las sombras se deben crear con el aerógrafo, con la técnica de las máscaras, sin calcarlas. Se pueden dibujar en el boceto preparatorio, pero si se calcan, en mi opinión, dan un peso inútil a la imagen. Éste es uno de los errores más frecuentes. Personalmente, casi nunca calco la silueta de la sombra, precisamente para mantener una cierta suavidad. Plasmo los rasgos somáticos, el contorno de la nariz, de la boca, de las cejas, las arrugas, si las hay, pero no las sombras.
¿Qué pinturas y qué soportes usa? Cada pintura presenta un soporte específico y no pueden intercambiarse. La técnica del aerógrafo es compatible con todos los tipos de pintura y con todos los soportes con tal de que se sepa usar el soporte adecuado para cada pintura. Lo ideal para mí es un papel liso. Quien por necesidades de trabajo se ve obligado a utilizar soportes diversos, como les sucede a quienes realizan dibujos animados sobre acetato, debe tener en cuenta la elección de las pinturas, que no podrán ser nunca al agua.