¿Cuál es el origen del nombre de este juego tan antiguo y popular, en el que los jugadores deben superar las distintas etapas de un recorrido, dotadas de premios y de castigos, siguiendo los números indicados por los dados?
De oca a oca…
El nombre procede, tal vez, de una de las planchas más antiguas de este juego (grabada en Venecia en el año 1640), en cuyo centro aparece representada una escena de banquete familiar con una oca como plato fuerte. Suponiendo, además, que las primeras monedas de plata del siglo xvn, en una de cuyas caras figuraba una oca, constituyesen el premio del juego o se utilizasen para señalar el lugar ocupado por cada uno de los participantes, se comprende que esta diversión, propia de fiestas y banquetes, adoptase sencillamente el nombre de “juego de la oca”. Aunque, en general, el juego se desarrolla sobre una lámina de papel pegada a un cartón, también puede dibujarse en el suelo de la calle con una tiza, siguiendo un esquema geométrico de trazado lineal o circular, en el cual, subdividido como está en espacios numerados, los participantes avanzan a saltos como las ocas.
En el juego de la oca es la suerte la que determina el avance del jugador a lo largo de un recorrido en espiral que para muchos posee un significado simbólico, alegorizando quizás el camino de la vida, erizado de dificultades y de misterios (ríos, pozos, prisiones), pero también de ocasiones afortunadas (dados, ocas).