Puede decirse que la química es la ciencia que detesta los desperdicios. Este nuevo proceso de blanqueo para la pulpa del papel presenta un caso muy ilustrativo. Podemos ver aquí, una vez más, que un descubrimiento químico, de un solo golpe, ha permitido aumentar la cantidad de papel para impresión, que puede obtenerse de una cierta cantidad de madera; reducir en forma apreciable los costos de Operación en la fabricación del papel y brindarnos mejores papeles a mas bajo precio.