Creación al poder.
Uno de los sueños de la vanguardia, acercar el arte a la vida cotidiana, fue hecho realidad por la firma Metz & Co. El IVAM dedica una exposición a esta empresa, una de las más imaginativas de todo el siglo XX.
E1 productor en exclusiva de la famosa silla de Gerrit k Rietveld, uno de los objetos más emblemáticos de toda la vanguardia, fue un judío holandés llamado Josep de Leeuw, fundador de la empresa Metz & Co., que a partir de los años 20 llevaría a cabo uno de los proyectos más ambiciosos y, sin embargo, menos conocidos, de lodo el siglo XX en el ámbito de las artes decorativas. Representante en exclusiva para los Países Bajos de la firma inglesa Liberty desde 1902, Metz, los «Grandes Almacenes de la Vanguardia», con sede en Amsierdam y en La Haya, comenzaría a partir de 1918, el mismo año de la aparición del manifiesto de De Stijl, a producir sus propios diseños. Personaje extremadamente sensible, tal como aparece reflejado en los diarios de Sonia Delaunay, De Leeuw se hizo eco de las aspiraciones de la vanguardia por transportar a la vida cotidiana sus presupuestos estéticos e incluso morales, y no dudó en intentar hacerlos realidad, encargando diseños para todo tipo de objetos a algunos de los artistas más importantes no sólo de su país, sino también extranjeros. Gerrit Rietveld, Marcel Breuer, Alvar Aalto, Georges Vantongeloo, Sonia Delaunay, Marie Laurencin o Willem Pcnaal fueron sólo algunos de sus geniales colaboradores. Especialmente intensa y fecunda fue la relación con Sonia Delaunay. Metz supuso para la gran artista franco-rusa la posibilidad de materializar muchos de los principios estéticos que estaban en el fondo de su característica concepción del arte como algo íntimamente ligado con la vida. Desde su primer contacto, a comienzos de los años 30, surgió entre Josep de Leeuw y Sonia una gran amistad, que sólo se interrumpiría con la trágica muerte del gran empresario en un campo de concentración durante la guerra. Acabada ésta, su hijo Hcndrik se hizo cargo de la firma Metz, y Delaunay siguió colaborando con ella hasta los años 60. Los hermosos diseños, producto de esta feliz relación, fueron objeto de una interesante exposición en la Gaixa de Granollers durante la primavera del año pasado. La exposición que presenta el fVAM hasta el 23 de junio mostrará una panorámica completa de la gran labor llevada por Metz en el campo del diseño durante más de cinco décadas. Además de la silla de Rietveld, se mostrarán dos sillas del diseñador de la Bauhaus Erich Dieckmann; piezas de Willem Penaat, uno de los nombres claves de Arts and Crafis; estampados de Sonia Delaunay, Marie Laurencin, Vantongeloo y Vilmos Huszár, y proyectos para muebles de Alvar Aalto, entre muchas otras sorpresas.