Los símbolos deportivos.
Pensando en que van dirigidos a atletas de todas las nacionalidades, los símbolos de las disciplinas deportivas no son muchas veces más que sencillos dibujos. En una serie de pequeños cuadros azules, se recortan, en blanco, las siluetas estilizadas de uno o dos atletas (el tórax, un círculo para la cabeza, las piernas, los brazos) que, con su movimiento o con los utensilios propios, también estilizados, indican los distintos deportes: una silueta corriendo identifica al atletismo; un campeón inclinado sobre una rueda simboliza el ciclismo; otro, con el palo y los patines, se usa para representar el hockey sobre hielo; un hombre corriendo con el balón en los pies nos recuerda el fútbol; un deportista encogido y en guardia nos hace pensar en un boxeador; dos siluetas listas para zambullirse nos permiten identificar a un nadador; y dos figuras dibujadas en su salto hacia la canasta simbolizan la práctica del baloncesto. Basta la línea del dorso para sugerir el caballo en el símbolo de la hípica, o cuatro líneas curvas en forma de rizo u onduladas para representar el agua del esquí acuático o el water-polo. Cada deporte, cada gesto y cada elemento están simplemente aludidos o sugeridos, pero de una forma clara y comprensible para todos.
Sobre el esquema cuadrado de color azul se sitúan las siluetas de los atletas, según los ejes y las diagonales.