Tomemos un ejemplo cualquiera, la palabra «BARRANCA»; observemos en el abecedario los distintos «ojos de las letras», vemos que los que corresponden a las letras A y B son similares quedando distribuido en forma pareja el equilibrio entre blanco y negro de las mismas, pero el vértice en que se unen los bastones de la A dejan a su costado un blanco apreciable que debemos compensar luego uniendo hacia la B inicial y separando un poco más hacia el bastón recto de la R, dejando el mismo blanco entre la R y la A que el que dejamos entre B y A.