Para centrar un elemento del arte final, se determina el centro de la superficie del área y después se traza una línea a lápiz a toda la altura del área. Se mide la imagen y se marca su centro, a lápiz, sobre el área de la imagen. Se colocan las dos líneas centrales de tal modo que coincidan, A veces, las imágenes parecen descentradas aunque se hayan centrado con esta precisión matemática, y entonces quizá convenga hacer nuevos ajustes.