CÓMO SE DIBUJA UN PERRO.
Pasemos ahora a otro animal: el perro, es decir, el mejor amigo del hombre. También los perros son amos y señores en las campañas publicitarias, por lo que es importante aprender a conocerlos y a dibujarlos. Estudiemos sus actitudes: a diferencia del gato, el perro es más fraternal y menos desconfiado. En todas las ocasiones demuestra la alegría de vivir en compañía de la gente, y siempre está dispuesto a recibir con grandes saltos a su amo y a ayudarlo en mil tareas domésticas (recordemos el clásico perro con el periódico en la boca). Por lo tanto, al dibujarlo, trataremos de resaltar estos aspectos. Tenemos que prestar especial atención a la mirada, que debe ser tan humana como sea posible. Observemos ahora el layout que aparece sobre estas líneas.
Trabajando con markers casi gastados, su autor consigue obtener efectos realmente sorprendentes, sumamente pictóricos. La suavidad del color es similar a la del pastel. El dibujo es fresco, sobrio y expresivo. Arriba y junto a estas líneas, vemos perros en distintas actitudes. Podemos utilizarlos como modelo y practicar copiándolos. Hay que prestar mucha atención al pelo; de hecho, cada perro presenta características diferentes: algunos tienen el pelo hirsuto, mientras que otros lo tienen liso; algunos tienen el pelo largo y otros lo tienen corto, y los hay que tienen una espesa pelambre, mientras que otros tienen el pelo más bien ralo. También los colores varían sensiblemente.
Para realizar la cabeza de perro reproducida arriba, el dibujante ha utilizado un mar-ker «gastado», el único capaz de obtener un efecto semejante al que se puede conseguir con la tiza. Luego ha dado los toques finales con lápices de colores, tratando de no apoyar demasiado la mano ni recargar el dibujo, para que la imagen no perdiera la frescura. En el diseño de los dos perros de abajo, en cambio, ha hecho un gran trabajo de síntesis; al colorearlos, ha mantenido perfectamente separados los tonos claros de los oscuros y los ha unido con breves trazos de lápices de colores, para obtener así el efecto del pelo corto. Intentemos ahora realizar una página publicitaria, aprovechando algunos de los elementos del anuncio del gato (página siguiente). La solución que proponemos consiste en situar la cabeza del perro en el centro óptico de la página y colocar el headline arriba y las cajas, junto con el plato de comida, abajo.
Hay muchos ejemplos, y recientes además, en los que un perro ha colaborado eficazmente en solucionar un problema de comunicación. Las campañas de Scottex son, también, un buen ejemplo. El hombre con problemas, en este caso, era José Luis Herrero, director creativo de J. Walter Thompson. ¿Los problemas?, encontrar la manera de comunicar de forma brillante y notoria las ventajas de un producto «delicado»: papel higiénico. ¿La solución?, un maravilloso cachorro de Gol-den Retreiver.
Hogareño, tierno, suave, juguetón… era perfecto para convertirse en mascota de la marca, cargar de emoción la comunicación y hacerla más fácilmente identifi-cable.
Y así fueron saliendo campañas. En una ayudaba a demostrar que Scottex es el papel más largo, en otras que era el más suave, y haciendo travesuras quedaba muy claro, también, que el papel era muy resistente.
Llegó a unirse tan claramente a la marca que se pudo utilizar en promociones. Su silueta incluida en los envases sirvió como testigo de compra, y convertido en muñeco de peluche era un obsequio muy atractivo para los compradores del producto. Lo más difícil fue conseguir para cada campaña una carnada completa de Golden Retreiver cuyos ejemplares debían tener no más de cuarenta días. Desgraciadamente, esta raza es muy poco común en España, y había que buscarla en Inglaterra, Holanda o Portugal. Transportarlos con cuidado, tener un cuidador veterinario, mimándolos todo el tiempo, y luego ingeniárselas para que hicieran en los rodajes lo que se esperaba de ellos. Con paciencia, astucia y delicadeza se iban consiguiendo las tomas necesarias.
Cuando un perrito se cansaba, otro tomaba su lugar (en cada spot salen dos o tres perros distintos, aunque parezca el mismo). Un cachorro era experto en carreras, otro en dormirse y alguna hembra (parecían más inteligentes) hacía los trabajos más difíciles (coger el papel con la boca o tirarse por el tobogán).
La verdad es que todo el equipo acababa enamorándose de las estrellas y, aunque los rodajes eran agotadores, una vez que terminaban todo el mundo se quedaba muy triste y deseando que pasara el tiempo pronto, para tener la oportunidad de volver a contar otra historia con unos protagonistas tan encantadores. Después de varios años de utilizar un cachorro en la publicidad de Scottex se ha demostrado que es un éxito. Y es que, en muchas ocasiones, la mejor musa de un creativo, su mejor amigo, es el perro. Ya lo decía el refrán.