Signos, señales, avisos, explicaciones.
Ante las posibilidades de comunicación del dibujo, parece lógico que éste se use constantemente para explicar cualquier cosa, de tal forma que pueda ser entendida por todos, más allá del conocimiento de los idiomas y de la capacidad de lectura. A menudo, el dibujo permite explicar de un modo sencillo algo que, de ser relatado verbalmente, requeriría un complicado discurso. Piénsese en el número de palabras que serían necesarias para indicar los movimientos de un deporte (la natación o el esquí, por ejemplo), o de una danza, o para describir las fases de montaje de un instrumento o de una máquina, o qué larga y difícil sería la explicación de cómo se hace el nudo de la corbata…
Día a día, el dibujo va conquistando más espacio en el ámbito de la comunicación, y la imagen -o serie de imágenes, hasta llegar al cómic- sustituye cada vez más a menudo a la descripción escrita.
Con el propósito de hacer posible una comprensión universal, las señales de tráfico que regulan la circulación de peatones, coches, trenes y aviones toman por base grupos de dibujos y colores que son los mismos en todo el mundo. Al ver un triángulo bordeado de rojo, con la silueta de un niño que corre, no es necesario saber inglés o árabe para entender que en las inmediaciones se encuentra la salida de un colegio. De igual forma, la silueta de un animal en negro sobre fondo blanco nos indicará la presencia de ese animal y la posibilidad de que atraviese la carretera. Una cerilla encendida sobre un fondo en llamas nos aconsejará que no encendamos fuego, y un cigarrillo cruzado por dos trazos negros en cruz constituirá una prohibición de fumar en un vagón de tren o en un avión.
Las señales de tráfico se basan en tres formas fundamentales: el triángulo, para las señales de peligro; el círculo, para las de prohibición; el rectángulo, para las de información.
Etiquetas: consejos para pintar, curso de dibujo