Tecnica de la tempera.
Aparte de que al trabajar con ella, poco diluida, forma una capa, que luego se resquebraja y salta, afeando el trabajo.
Si por el contrario es muy liviana, no cubrirá o se manchará atrozmente. La mayor dificultad, está en saber hacer difusiones con ella, suele formar tonos definidos, difíciles de ligar. El aerógrafo es ideal para tales problemas.

Si bien como esta se rebaja con agua; es preciso conocer el grado de licuación o de agregado, cosa que lo indica la continua práctica. La tempera debe emplearse mas bien espesa, pero no mucho ni tampoco escasamente.
Si se emplea muy espeja, tanto como sale del pomo, tropezaríamos con dificultades para cubrir superfino.