Preparación de un arte final cuidadoso y preciso.
1. Se limpia la hoja frotando la superficie con petróleo de encendedor o con uno de los diversos líquidos limpiadores disponibles.
2. Hay que tener al lado las líneas guía o el layout.
3. Se empieza dibujando a lápiz el área (formato).
4. Si el color debe llegar hasta los márgenes del área impresa, se traza en el arte final una línea de sangrado, fuera de las guías de corte. A: guías de corte; B: guías de sangrado.
5. Se extiende pegamento en una capa fina y regular.
6. Un exceso de pegamento puede causar problemas de suciedad.

Hay que empezar siempre trazando un recuadro en cuyo interior quedará el diseño. Con eso se determina el área a imprimir, dentro de la cual hay que colocar en posición todos los elementos.
Mas. si hay que hacer que un color llegue hasta el borde mismo del diseño, tracemos una línea a unos 5 mm del margen externo y hagamos llegar el color hasta allí. Esta área adicional se denomina sangrado. Si la guillotina hace un corte levemente inadecuado, habrá la cantidad suficiente de color, rebasando el canto, para que el impreso acabado no muestre una línea blanca en el borde.
Tracemos a lápiz el área externa del diseño, siguiendo el del boceto. Midamos y dibujemos dentro del área todos los cantos, márgenes, áreas ilustradas, líneas base para títulos y líneas verticales para situar columnas de texto.

Recordemos que la superficie del arte final hay que ajustaría firmemente al tablero de dibujo. También hay que tener presente que esa superficie sólo puede marcarse con los componentes reales del arte final: todas las líneas guía y las indicaciones sobrantes deben tratarse en azul claro o eliminarse del área preparada para la impresión. Cualquier marca a lápiz que haya que hacer con fines de referencia debe ser lo bastante débil para ser virtualmente invisible a simple vista y, evidentemente, debe eliminarse antes de que el arte final llegue a manos del impresor: los equipos modernos son tan sensibles que recogen hasta las marcas y manchas más leves.

Una vez terminado el diseño y preparados todos los elementos, por ejemplo los textos y las ilustraciones, puede empegarse la confección del arte final.
Ante todo, hay que preparar la superficie del tablero limpiándola con una solución limpiadora o con petróleo de encendedor. Comprobemos que las plumas y el equipo de dibujo están limpios, para reducir las probabilidades de que se produzcan manchas. Hay que ser especialmente exigente con las plantillas: un canto sucio o pegajoso puede hacer que las plumas queden frenadas o se desvíen.

El estuche de videocassette tiene un diseño muy simple: tipos negros sobre fondo blanco y una fotografía en blanco y negro. Para dar realce al grupo, se colorearon algunas caras. El estuche adquiere, gracias a ello, un insólito aspecto visual.

Para conseguir la inclinación, la ondulación, la perspectiva, la silueta, la sombra correcta. Basta con proporcionar al t¡pografo las guias necesarlas para obterer el electo deseado; el tipógrafo se esforzrá por conseguir dicho efecto. Puede conseguirse una cantidad pasmosa de efectos, peto conviene discutir lo que se desea con el tipógrafo; la descripción verbal es tan imcortante como las indicaciones pe escrito para cue e tipógrafo tenga una dea precisa fie lo que uno quie’e. En las indicaciones hay que especificar los anchos óe las siluetas y las sonoras, si se quiere que las letras se toquen o queden muy espaciadas, etcétera. El técnico de cuarto oscuro nos cropotcionará ejemplaresdel tipo en los cuerpos que le indiquemos.

Es esencial corar cuidadosamente las pulsadores para que el calculo de texto sea razonablemente preciso. 1 Medimos el típo elegido desde la a hasta la z. 2 Comamos las pulsaciones que caben dentro de’ ancho de columna elegido.
¿Cómo abordar ese misterioso proceso del cálculo de texto? Lo primero que hay que hacer es trazar a lápiz una línea vertical en el lado derecho del original mecanografiado, utilizando como guía el extremo de una de las líneas más cortas. Después hay que contar el numero de caracteres .1 la izquierda de la línea trazada a lápiz (acordémonos de incluir los signos de puntuación y los espacios entre palabras). Escribamos ese número a lápiz al extremo de la línea. Contemos el número de líneas del párrafo y multipliquemos el número de líneas por el número de caracteres.

El sitio prosigue examinando el área especializada del marcado, describiendo cómo dar al impresor instrucciones infalibles con objeto de que el resultado impreso responda a las esperanzas previas. Algunos casos de estudio reales permiten contemplar cómo los profesionales del diseño preparan el arte final para la imprenta. En esa sección se explora el marcado necesario para productos tan variados como un boletín publicitario a un solo color y un juego de tablero extraordinariamente complejo hecho en cuatricromía.

Esta sitio esta escrito por varias personas relacionadas al diseño en ejercicio con muchos años de experiencia, aporta directrices detalladas para las diferentes fases de la producción. Empezando con un análisis de los instrumentos profesionales y el modo de utilizarlos, explica las diversas fases de la preparación del arte final para la imprenta. Los principios básicos establecidos en los articulos primero y segundo se aplican en la práctica enlos siguientes articulos, con demostraciones paso a paso de cómo preparar el material, abarcándose desde un simple trabajo a un solo color hasta un sofisticado tiraje en cuatricromía. Los articulos  identifican las áreas de problemas comunes y explica cómo resolverlos.

Tanto para el recién llegado al oficio del diseño como para el profesional que quiere mantenerse al día, ésta es sitio de consulta esencial para la preparación de arte final y su marcado. La impresión es la fase final del proceso de diseño, y es tan crucial como todo aquello que la precede; los errores, a esas alturas, pueden costar cantidades enormes y echar a perder el producto acabado. Sin embargo, a pesar de su papel crucial, esos importantes procesos con frecuencia son descuidados en el aprendizaje del diseño.